domingo, 8 de noviembre de 2009

Ratoncilla de biblioteca

Como sabe la gente que me conoce me encanta leer, y sólo dejo de hacerlo debido a causa mayores como picos de estudio, trabajo, o algo así...
Pero siempre vuelvo, los libros siempre me acogen con cariño como amigos agradecidos de tu visita no importa cuánto tiempo pasasteis sin veros.

No suelo recomendar libros porque nunca sabes si van a gustar, y yo... puessssssssss tengo mis filias y mis fobias pero trato de ser objetiva y sobre todo precisa. Para que el que haga caso de mis consejos, sepa lo que va a econtrarse y no se lleve algo a casa por las expectativas que haya podido crearle.
Aun así he coincidido en gustos con varias personitas a las que les digo literalmente: tienes que leerte ésto y con un guiño ya saben que va a gustarles.

Tengo pendiente algún día hacerme un pedazo de base de datos con los libros que he leido: mis anotaciones, sinopsis, valoración... Mientras dejo aquí una breve reseña de mis últimas lecturas como un aviso a navegantes... para aquel que pueda interesar y ser útil.

Los hijos de Anansis Neil Gaiman

Qué decir de este autor que no esté ya dicho, requetedicho y más bien manido. La trmaa es sugerente y seduce como la tela de araña, la insípida existencia de Gordo Charlie se ve trastocada debido al destino familiar al cual va ligada su propia vida. Si provienes de una familia tan atípica, no puedes pretender ser un ser normal. Su padre, Anansi, nada más y nada menos que el dios araña.
Es cierto que hay otras obras suyas que me han gustado más, muchos de sus seguidores aférrimos tachan a esta obra de ser cansina y de que Gayman explota lo innexplotable, en cuanto que incluso es de peor calidad de lo que nos tiene acostumbrados, pero a mí me ha gustado quizás porque no he leído American Gods.


Las puertas de Anubis Tim Powers

Me ha encantado. El viaje en el tiempo es la trama principal de la obra y el mayor es el que he experimentdo yo al leerlo. Novela fantástico-histórica ambientada en el romanticismo inglés del Londres del 1800. Sumergirse con Lord Byron en un mundo fantástico es simplemente altamente apetecible.

La elegancia del erizo Muriel Barbery

Me ha parecido una obra de una singular belleza por su sencillez plagada de ciertos cultismos filosóficos, y artísticos que me han encantado. Los personajes se me han hecho entrañables, y he disfrutado mucho navegando por sus páginas.

Pura Anarquía Woody Allen

Su especial atmósfera se manifiesta en el libro, se me hace raro leerle cuandosiempre lo veo en pantalla, pero su humor tan ácido se cuela por las páginas. Sólo apto para los fans. No sé si repetiré con otra novela, pero entretuvo sin llegar a ser de sus mejores obras.

La orden de la Academia Spence Libba Bray

Este libro me lo regalaron por ser seguidora de otras sagas del estilo... peeeeeeero lamento decir me lo terminé un poco por inercia. Me parece un poco ramplón, quizá es que me estoy haciendo mayor y algo más exigente para este tipo de lecturas.

Paraíso inhabitado Ana María Matute
Matute me trae recuerdos de mi infancia y adolescencia, y aún tiene para mí la misma magia. Reconozco que algunos de sus personajes me recueran por inocencia y por contraposición al mundo adulto algo reiterativos, pero me siguen enganchando, por su magia y calidez.
Para mí ha sido un placer acurrucarme al brasero o al calor de la cama a leerla.



Si habeis llegado hasta el final de este post, mi más sincera Enhorabuena mañana más XD

lunes, 19 de octubre de 2009

Decisiones

Cuentan que cierto día un discípulo de Sócrates se le acercó y le preguntó:
– Maestro, he de escoger entre dos opciones y no sé cuál he de elegir.
La contestación del sabio no se hizo esperar:
– Desconozco cuál ha de ser tu elección. Lo que sí te puedo decir es que, antes o después, te preguntarás por qué no escogiste la otra opción.



Pues éso, la vida es escoger andar por la senda donde se presentan cientos de desvíos y uno nunca sabe si el camino que coge es el correcto para él, pero no siempre se puede parar a decidir, hay que seguir andando.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Hay historias en libros que parecen ser escritos para una misma

"¡Vamos! ¡De nada sirve llorar de esta manera!", se dijo Alicia a sí misma, con bastante firmeza. "¡Te aconsejo que dejes de llorar ahora mismo!". Alicia se daba por lo general muy buenos consejos a sí misma (aunque rara vez los seguía), y algunas veces se reñía con tanta dureza que se le saltaban las lágrimas. Se acordaba incluso de haber intentado una vez tirarse de las orejas por haberse hecho trampas en un partido de croquet que jugaba consigo misma, pues a esta curiosa criatura le gustaba mucho comportarse como si fuera dos personas a la vez. "¡Pero de nada me serviría ahora comportarme como si fuera dos personas!" pensó la pobre Alicia. "¡Cuando ya se me hace bastante difícil ser una sola persona como Dios manda!"

Lewis Carrol (Alicia en el país de las maravillas)

jueves, 4 de junio de 2009

Os tengo abandonados

Lo siento

La verdad es que entre la opo a full time, el gym y el resto de la vida, no me da tiempo de entrar por aquí, el tiempo de ocio de internetlo paso leyendo charlando con la gente, y cosas así.

Gracias a los que me seguís por aquí. De todo corazón, gracias.

Os dejo el antojo que tengo para ir al cine.

Se llama Los mundos de Coraline

os dejo el vídeo para que le echéis un ojo

http://www.youtube.com/watch?v=EiTH0a9dEZA

Está basada en el best seller infantil de Neil Gaiman y el director es Henry Selick.


Y paso de poner sinopsis o spoilers, si conoceis la obra espero que no defraude la peli, y si no sabéis nada lo mejor es ir al cine con la mente de un niño y dejar que te sorprendan. :)

lunes, 20 de abril de 2009

“El reloj parado a las 7”

Hay días en los que uno abre el correo y da gusto encontrarse con algunas perlas de las que te manda una amiga a la que quiero mucho :)
Jo, me ha gustado de veras lo comparto con vosotros, porque sé que no le va a importar en absoluto.
El transfondo es algo triste, pero hay que ver la vitalidad que hay detrás, porque a veces todos nos sentimos, al menos yo, como ese reloj que sólo marca la hora 2 veces al día.
"En una de las paredes de mi cuarto hay colgado un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas, detenidas desde casi siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto. Casi siempre, el reloj es sólo un inútil adorno sobre una blanquecina y vacía pared. Sin embargo, hay dos momentos en el día, dos fugaces instantes, en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix. Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares, y los cucús y los gongs de las máquinas hacen sonar siete veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces al día, por la mañana y por la noche, el reloj se siente en completa armonía con el resto del mundo. Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero, pasado ese instante, cuando los demás relojes callan su canto y las manecillas continúan su monótono camino, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que una vez detuvo su andar. Y yo amo ese reloj. Y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez siento que me parezco más a él. También yo estoy detenido en un tiempo. También yo me siento clavado e inmóvil. También yo soy, de alguna manera, un adorno inútil en una pared vacía. Pero disfruto también de fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora. Durante ese tiempo siento que estoy vivo. Todo está claro y el mundo se vuelve maravilloso. Puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todo el resto del tiempo. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable. La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como mi amigo el reloj, también se me escapa el tiempo de los demás. Pasados esos momentos, los demás relojes, que anidan en otros hombres, continúan su giro, y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar, que acostumbro a llamar vida. Pero sé que la vida es otra cosa. Yo sé que la vida, la de verdad, es la suma de aquellos momentos que, aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía del universo. Casi todo el mundo, pobre, cree que vive. Solo hay momentos de plenitud, y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir para siempre, quedarán condenados al mundo del gris y repetitivo andar de la cotidianidad. Por eso te amo reloj. Porque somos la misma cosa tú y yo."

lunes, 13 de abril de 2009

900 euros

Aquí os dejo algo sobre lo que reflexionar, una triste realidad de que no todo el mudno llega a fin de mes.

Fuente

ARTURO PÉREZ-REVERTE XLSemanal 5 de Abril de 2009
El otro día escuché a la ministra de Educación. Me parece que era ella. Y si no, da igual. Sería otra pava que hablaba como la ministra de Educación. Títulos, por cierto, el de ministra y el de Educación, que en España parecen sarcasmos. O que lo son. La oí satisfecha de esto y aquello, goteando agua de limón, encantada de que, gracias a ella y sus colegas, el nivel cultural y educativo de los españoles de España vaya a estar a la cabeza de Europa de aquí a nada, e incluso antes, merced a su buen pulso y a sus previsiones astutas, que tienen rima. Con rutas y con virutas. Después, en el mismo telediario, creo, escuché a un ministro de Economía –por llamarlo de alguna forma– que anda camuflado y con gafas de sol, pese a lo arrogante que era en otro tiempo, después de pasar una larga temporada justificando lo injustificable. Y me dije: hay que ver, Arturete, qué poco trecho va, en esta perra vida, de fulano respetable a ministro, y de ahí a marioneta o sicario. Pero lo que me tocó el trigémino fue que ambos, ministra y ministro, mencionaran a los jóvenes y el futuro, en sus respectivos largues, sin despeinarse. Esos jóvenes llenos de futuro por los que tanto curran. Y se desvelan. Así que voy a proporcionarles hoy, para facilitar un poquito el desvelo, el retrato robot de uno de esos jóvenes por los que cada día, en los ministerios correspondientes, se rompen abnegadamente los cuernos. Puede valer como ejemplo una de las cartas que me llegaron esta semana: la de una chica de 28 años que trabaja en una tienda de Reus cobrando 900 euros al mes. Con novio desde hace dos años. Un chaval noblote y atento, pero con quien no puede irse a vivir, como quisiera, entre otras razones porque él lleva ya seis meses en el paro; y ella, por su parte, carga en su casa con todo el peso de la economía familiar. Porque esa es otra. Con la chica viven su padre y su madre. Ésta, enferma de epilepsia, después de trabajar quince años sin que la dieran de alta en la Seguridad Social, no tiene trabajo, ni ayuda, ni pensión; y los setenta euros que se gasta cada mes en medicinas –un hachazo para la mermada economía familiar– tiene que dárselos su hija. Había en casa una cuarta persona, segunda hija, estudiante, que trabajaba cuando podía hasta que también se quedó sin empleo, y tuvo que irse a vivir a casa de su novio, con la familia de éste, porque en su casa una estudiante era una boca más y no había modo de mantenerla. En cuanto al padre, nos vale también para retrato robot del español medio. Echado a la calle de la empresa donde estuvo veinticinco años trabajando, perdió el juicio, como cada vez, o casi, que un trabajador se enfrenta en solitario a una multinacional. Después tuvo que pagar las costas procesales y la minuta del abogado, y ni siquiera pudo cobrar el finiquito. Ruina total. Tuvo que dejar el piso que ya estaba casi pagado, malvender el camión con el que trabajaba, liquidar letras e irse a vivir a un sitio más modesto, pagando 900 euros mensuales de hipoteca más gastos de comunidad. Al cabo de un tiempo de estar en el paro consiguió, temporalmente, un trabajo de seis días a la semana llevando un tráiler al extranjero, por 1.600 euros mensuales que, descontados seguros, hipoteca, comida, teléfono e impuestos, no alcanzaban a pagar la luz, el agua y el gas. Pero ese dinero lo dejó de cobrar al quedarse de nuevo en paro por la crisis –ésa que no iba a existir, y que ahora sólo durará, afirman, un par de telediarios–. Y resulta, para resumir, que un hombre que ha trabajado toda su vida, desde los catorce años, se encuentra a los cincuenta y tres con que el mes que viene no puede pagar la hipoteca de la humilde vivienda donde se refugió tras perder el primer trabajo y la otra. Porque no tiene los cochinos 900 euros cada mes. Porque resulta que el único dinero que entra en casa, justo esa cantidad, es el que gana su hija: la joven cuyo futuro maravilloso planean con tanto esmero y eficacia la ministra de Educación, el de Economía y el resto de la peña. Y esa chica, con el sueldo miserable que percibe por trabajar ocho horas diarias seis días a la semana, con la casa familiar puesta a su nombre –el padre, comido de embargos, no pudo ponerla al suyo–, tiene ahora la angustia añadida de que, con los tiempos que vienen, o están aquí, en la tienda entra menos gente, y cualquier día pueden cerrarla y ponerla a ella en la calle. Y mientras, mantiene a su padre y a su madre, paga la luz, el agua, el gas y el teléfono, compra comida y lleva un año sin permitirse un libro o un revista, ni ir a un museo –los cobran– ni al cine, ni salir con su novio un sábado por la noche. Porque no puede. Porque no tiene con qué pagarse, a los veintiocho años y con una carrera hecha, trabajando desde hace cuatro, una puta cerveza. Así que ya ven. Barrunto que la ministra de Educación, y el de Economía, y la ilustre madre que los parió, no hablan de los mismos jóvenes. Ni de la misma España.

jueves, 2 de abril de 2009

Alegría de vivir

La vida es como una caja de plastidecor o de alpino si preferís, sí sí como lo leéis, la vida es una caja llena de colores de todas las tonalidades. Y el negro también viene. En un borde de la caja, casi olvidado en una esquina, pero dispuesto a asaltarte en cualquier momento, con su carcunda maldad.

Pero no es el caso, la vida ultimamente pinta bien. No por grandes novedades para mí, pero sí para personas a las que les tengo un cariño inmenso.

Olga ya está aquí como muchos sabeis, y es preciosaaaaaaaaaa yo tengo ya casi un minibook de ella, pero el Padre tiene que ser el que de la primicia, y no voy a reventarla. ;)
De verdad es lindísima, perfecta y sana, vamos que lo tiene todo, llora, vale, pero se le perdnoa todo :)
Qué ganas de verla con el baberito y los pijamas nuevos!!! seguro que teneis en nada el armario a reventar :)

Otro amigo, tiene otra pequeña gran incorporación ...redoble de tambores...Depakine, que es un perro lindísisisisisisimo XD un pequeño Cóquer que te tiene a sus pies con verlo sólo una vez!! es que vaya mirada que tiene...

Alegría de que otra amiga ande de vuelta por nuestra tierra, aunque no haya tenido ocasión de verla todavía y pegarla un abrazo en condiciones ...

Y por último, qué alegría ver a una amiga a la que quiero mucho tan feliz con una simple foto en la cartera,.. desde luego lo que hace el Amor.... XD

Yo........ no me quejo pinto mi presente de verde hierba, del color de la esperanza, mientras hago carreras en sillas de oficina y como chupachups, (tengo 8 años otra vez, envidia cochina)

Y desde esta pequeña radio patio se corta por hoy la emisión, para mí, estas noticias deberían ponerse en el Times por lo menos

Lo dicho la felicidad está ahí fuera :)

felicidad a cascoporro para todos :)