miércoles, 20 de agosto de 2008

Involuntaria maestra



- Venía a preguntarte… es que verás…necesito ayuda, y creo.. que tú quizá podríais ayudarme… he supuesto que ya que sois mayor que yo… que podríais aclararme una cosa.

- No estés nerviosa niña, en lo que esté a mi alcance serás ayudada.

- Las niñas me han dicho que ya era hora de que hiciera caso a los chicos, y yo… tengo algo de miedo. Mi madre me dijo que el amor duele. Yo pensé que se refería a parir, a cuando nos tuvo, pero mi hermana mayor y mi prima, que no han tenido niños, dicen igual. Y yo no quiero que ningún niño me haga daño. Dicen que el corazón se resquebraja y ya nunca ves el mundo con los mismos ojos. Eso… lo del corazón roto, debe doler…

- Sí, como ningún otro dolor en el mundo ¿y qué quieres de mí, pequeña?

- Pues que me des la receta para que no me partan el corazón.

- ¿Una receta?, sí, es cierto que existe. Déjame ver…Quizá pueda escribir el manual de supervivencia de la mujer ante el amor.

La primera norma: si un chico te resulta guapo y con presencia, debes alejarte de él una distancia proporcional a la belleza que le aprecies. Y por áquel que sin ser bello, sientas una atracción oculta, una fuerza intensa… de ése… huye como almas que han visto al mismo demonio.

La segunda, es simple: de aquellos de los que te dejes acompañar… no te convenzan sus palabras y lisonjas, no son sino la trampa perfecta para engañarte.

No mires a sus ojos, y menos directamente, tampoco de reojo, cuando crees que no te ve nadie.

No cargues con sus problemas o preocupaciones, … recuerda, eso es oír sus palabras, y no se puede.

Si una noche te dejas querer más de lo prudente y acabais juntos en los dulces juegos… no duermas a su lado ni aspires el olor de su pelo ni de su pecho o no habrá retorno. Y mucho menos te descubra el amanecer tendida junto a él.

Si tuviera que decirte una única frase sería, sé siempre un grado más fría que él y ve un paso por delante.

- Mmmmmm es cómo cazar moscas nunca puedes perder la concentración!!! Suena tan divertido!! En casa tengo un tarro lleno de moscas!! Las miro, las veo rebotar contra el cristal incesantemente y cuando me canso de verlas, le arranco las alas, primero una, y veo como intenta volar y cuando me parece aburrido… le arranco la otra. A veces, incluso, (decía con los ojos llenos de una cruel felicidad que dibujaba en su rostro una gran sonrisa) las he achicharrado con una lupa.

Gracias por todo!! Lo he entendido. Los hombres son como las moscas!! Las moscas no me pueden hacer daño. Ya no tengo miedo.


Mientras la veo alejarse veo el nacimiento en un pecho de la crueldad más horrible. Pero ella se siente poderosa y feliz. De repente me grita:

- Y tú… si sabes todo esto por qué sufres?

- Querida, el que no hace algo bien, se dedica a la enseñanza

5 comentarios:

Uno dijo...

hummm,voy a poner un ejemplo un poco estúpido: el amor es como hacer malabares con una motosierra, si te confundes una vez te haces un daño que no se te va a olvidar, por lo tanto hay que ser todo un profesional para no equivocarse.Pero no hay profesionales porque tampoco hay nadie que quiera arriesgarse tanto. Como dice una canción, el odio y el amor, son del mismo color, fina es la barrera que separa a las dos y ambas bailan al mismo son.

Gandalf dijo...

Me parece un texto bastante sexista, pues las mujeres dañan igual que hacen los hombres.

Pero la frase de el que no hace algo bien se dedica a enseñar es muy buena ;).

RaQ dijo...

Uno: es cierto, seguro que ahy gete manca por tener la ocurrencia de coger una motosierra para hacer el panoli, igual que hay gente que cad día hace su vida con el corazón destrozado.
Espero que del amor al odio no haya un paso, me parece demasiado triste. Siempre he defendido que lo contrario del amor es la indiferencia, aunque ese sentimiento es chungo.

Querido Gandalf, no es usted demasiado mayor para haber recibido clases de educación para la ciudadanía, y para hablar de los miembros y miembras?
No puedo contar como se siente un hombre porque no soy un hombre. Pero te has quedado en algo superficial, la defensa de este texto es precisamente hacia vosotros, es un alegato contra la utilización, la manipuación, la crueldad, que tan femeninas parecen ser y que no mereces en absoluto.

El hombre perdido dijo...

Hola.

Efectivamente, sé un grado más frí@ y ve un paso por delante, pero no puedo, no porque no sea capaz, sino porque mi corazón me lo impide aunque mi cerebro sabe que debe.

Besos.

"F. !" dijo...

¿El que no hace algo bien se dedica a la enseñanza? ¿Es eso realmente lo que quieres decir? ¿Que si hiciera algo bien, no enseñaría, porque lo haría? Pero, ¡renacuaja mía! ¿Tan mal se halla tu corazón? ¿Será que las mujeres no saben soportar las desilusiones amorosas? No creo que sea esto, sino más bien que el que ahora escribe no sabe qué es amar (me refiero de una forma romántica o amorosa), y será precisamente por la falta de experiencia que no alcanzo a desentrañar el verdadero significado de tus palabras.

Ser frí@... ésa es una actitud que no me resulta del todo desconocida, porque la practico desde hace tiempo. No me enorgullezco de ello, creo que más bien es propio de seres rastreros y de la peor calaña de la raza humana,... y al mismo tiempo siento que es una estrategia válida de supervivencia; aunque sea supervivencia personal, creando una coraza propia frente a los demás, para protegerse del daño que pudieran hacerte. Es una idea amarga, esperar que los otros te pueden fallar, que te desilusionarán, que te harán daño. ¿Es realista? Es una actitud paranoica, sin duda. Si cultivo la frialdad, no lo hago porque sospeche de los demás, al menos no sospecho del todo, sino más bien es una respuesta a mi forma de ser, muy cerrado en mí mismo, aquejado de un autismo especial -el de que vuela en sus mundos privados-. Dicho en otras palabras, procuro ser frío para no acabar haciendo daño a otros con mi forma de ser tan desapegada. Y sin embargo, temo que de vez en cuando hiero... a otros y a mí mismo.

¡Ah, pequeña hada! Me cansa psicoanalizarme de forma barata, pero no soy quién para enunciar grandes teorías que expliquen los comportamientos humanos. Si no valgo ni para una cosa ni para la otra,... pues sigo leyéndote, y procurando reflexionar (o, a saber, opinar sin pensar en lo que digo, tan característico).

Chiquilla de piedra, lo que te voy a recetar, si me permites una receta, es que conserves tu sonrisa. No es una obligación -aunque puedes tomártelo así-, simplemente una sugerencia. Tu sonrisa desarma frialdades, aunque no sé si lo hace con la tuya propia. Y, como ya te han dicho otros, ánimo con todo. Que vales mucho, todos los tesoros de este mundo y los que ocultamos en nosotros mismos.