El sueño no es sólo un mensaje cifrado, con mayor o menor dificultad, en nuestro cerebro: Es un juego de la iamginación, es arte, es entelequia.
Soñar es la prueba de que la fantasía es una de las más profundas necesidades del hombre. Por eso el sueño es a veces peligroso, porque en cierto modo, estamos condenados a él. Podemos huir de los brazos de Morfeo, pero no muy lejos, y en su seno, no somos dueños de nada, y menos de nuestra mente.
Nuestra mente, nos seduce con extrañas manzanas alguans veces emponzoñadas de pecado, pero como Eva, pecamos porque en el fondo, nos sentimos tentados por aquello por lo que en principio no deeríamos sentir atracción alguna.
Mirar un barranco y sentir esa especie de vértigo seductor... no es, sino un reflejo de la atracción que sentimos por la profundidad, por lo peligroso, por lo desconocido; cómo reaccionamos? pues de la única forma que sabemos para defendernos del deseo.. HUIR.
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4 comentarios:
Los pensamientos y los sueños no son peligrosos.
Las personas si.
hay ideas por las que la gente mata y muere, y no me parece que sean buenas. Lo mismo pasa con los sueños, así que sí que pueden ser peligrosos, sólo quelos humanos somos aún peores
Los sueños son un mecanismo de limpieza del subconsciente para almacenar conceptos no fijados en la memoria durante el ajetreo diario..
Que poco romántico, ¿Verdad?
Lo diré de otra forma:
Los sueños son otra de las cosas que el ser humano no termina de entender, y como tal, le apasionan y le asustan.
Pero que bonito es soñar.. ;)
Neil Gaiman intuyó el carácter peligroso del mundo onírico con su Sandman. Pero antes que él, y adelantándosele, estaba Michael Ende, y uno de sus libros, "El espejo en el espejo". En él, en sus páginas, en cada uno de sus ¿relatos? uno se enfrenta a los desafíos de lo onírico, del subconsciente sobre el que nos erigimos y al que a veces quisiéramos superar (aunque muchos lo reclaman como el hábitat fundamental de nuestra especie).
Recuerdo una película japonesa, "Bullet Ballet" (si no recuerdo mal el título), en la que un personaje le decía a otro: "En un sueño puedes hacer todo, puedes matar... Tokyo es un sueño". No es necesario que diga más...
Nuestro interior es nuestro abismo. Quizás allá dentro ocultamos lo mejor de nosotros, pero también hay monstruos. Que nos recuerdan que no somos los reyes de la creación que tan pretenciosamente creemos ser.
También se ha dicho que los sueños son la puerta a otro mundo. Otro mundo que puede ser posible.
Si en el sueño somos libres, quiero soñar. Si somos esclavos de nuestra auténtica esencia, y ésta se manifiesta indómita,... qué demonios, lo aceptaré, pero quisiera soñar. Que no sueño, y lo que más odio es que se cuele la vulgaridad en un sueño.
Un abrazo, renacuaja.
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