lunes, 16 de febrero de 2009

Gaudeamus igitur, iuvenes duro sumus

Hay días que parecen compensar otros días menos buenos, Hoy es uno de esos días.

Tengo que agradecer muchas cosas

Mi incipiente mala salud de hierro, tengo que tener menos defensas que el R.Madrid... pero aunque esté chunga, me hace valorar levantarme sin que me duela nada; aunque tenga una llaga en la boca del tamaño de la Cibeles.

Gracias al Sol por decidir asomarse y colarse por mi ventana para despertarme. El día que aprenda a traerme café recién hecho nos casamos :)

A mi mala cabeza; porque me he dejado el móvil en casa y así me siento un poco más tranquila aunque mi tecno friki interior está intranquila.


A mi ratito del café, que hoy ha sido mágico en el corral de las cigüeñas, que lujo de desayuno acompañado de unas buenas risas, de ésas que casi te hacen llorar. Es curioso como los extremos se tocan. hwe llegado a pensar que quizá las emociones son circulares, si profundizas mucho mucho mucho en una y llegas a sus límites corres el riesgo de acercarte a su contraria, como si fuerámos el mismísimo Cristóbal Colón.

Algún día que tenga más tiempo escribiré un pequeño cuento sobre ésto.

Besos y recuerdos para todos, y muchas muchas risas

Lo dicho

Gaudeamus igitur, iuvenes duro sumus XD

domingo, 15 de febrero de 2009

Pensando en el Amor.

La Falsa Concepción del Amor como Desinteresado e Incondicional destruye su Sublime Valor
Por Gary Hull (Doctor en Filosofía)

Cada año en el día de San Valentín, se comete un crimen filosófico. De hecho, se comete durante todo el año, pero su destructividad se ve aumentada en esta fecha. Este crimen es la propagación de una falsedad ampliamente aceptada: la idea de que el amor es desinteresado. El amor, se nos repite constantemente, consiste de auto-sacrificio. El amor basado en interés personal, se nos advierte, es barato y sórdido. El amor verdadero, nos dicen, es altruista. ¿Lo es?

Imagina una tarjeta de San Valentín que se tome esta idea en serio. Imagínate recibir una tarjeta con el siguiente mensaje: “No obtengo ninguna satisfacción de tu existencia. No recibo ningún disfrute personal de la forma en que te ves, te vistes, te mueves, actúas o piensas. Nuestra relación no me beneficia. No satisfaces ninguna necesidad sexual, emocional o intelectual mía. Eres sujeto de caridad para mí y estoy contigo sólo por lástima. Besos, XXX.”

No es necesario decirlo, pero tú estarías indignado de saber que estás siendo “amado”, no por algo positivo que ofreces a tu pareja, si no -como cualquier receptor de dádivas-, por lo que a ti te hace falta. Y sin embargo esa es la visión perversa del amor implicada en la creencia de que el amor es auto-sacrificio.

El amor auténtico es exactamente lo opuesto. Es la experiencia más egoísta posible, en el verdadero sentido del término: beneficia tu vida de una forma que no implica sacrificio de otros hacia ti ni de ti hacia otros.

Amar a una persona es egoísta porque significa que valoras a esa persona en particular, que él o ella hace tu vida mejor, que él o ella es una fuente de alegría personal para ti. Un amor “desinteresado” es una contradicción en términos. Uno no puede ser neutral hacia algo que valora. El tiempo, esfuerzo y dinero que uno utiliza para alguien que uno quiere no son sacrificios, sino acciones tomadas porque su felicidad es crucialmente importante para la tuya propia. Tales acciones sólo serían sacrificios si se hicieran por un desconocido o por un enemigo. Aquellos que argumentan que el amor demanda la auto-negación deben sostener la bizarra creencia de que a uno le es indiferente si la persona amada está sana o enferma, siente alegría o tristeza, está viva o muerta.

Se asegura muchas veces que el amor debe ser incondicional y que deberíamos amar “a todos como hermanos”. Vemos esta idea promovida por la profesora de escuela “no-discriminadora” que le dice a sus alumnos que quienquiera que traiga una tarjeta de San Valentín para otro estudiante, debe traer tarjetas para todos. La vemos en el sorprendente dictamen de “Odia el pecado, pero ama al pecador”, que llevaría a que odiemos los campos de concentración pero enviemos a Hitler una caja de chocolates Godiva. La mayoría de personas están de acuerdo en que tener relaciones sexuales con una persona que uno desprecia es una locura. Sin embargo de alguna manera, cuando la misma idea de fondo se aplica al amor, la gente lo considera noble.

El amor es demasiado precioso para ser entregado indiscriminadamente. Es sobre todo en el tema amoroso que el igualitarismo debe ser repudiado. El amor representa un intercambio excelso -un intercambio espiritual- entre dos personas, con el propósito de beneficiarse mutuamente.

Tú amas a alguien precisamente porque él o ella es de valor- un valor personal para ti, determinado por tus estándares- tanto como tú eres de valor para él o ella. Es la visión de que debes dar amor incondicionalmente -la visión de que no lo mereces más que un fulano al azar, la visión de que no es una respuesta a algo en particular en ti, la visión de que no tiene origen ni causa- lo que ejemplifica la más innoble concepción de esta experiencia sublime. La naturaleza del amor crea ciertas demandas en aquellos que desean disfrutarlo. Debes considerarte a ti mismo digno de ser amado. Aquellos que esperan ser amados, no porque ofrezcan cierto valor positivo, sino porque no lo poseen-es decir aquellos que exigen amor como un deber altruista- son parásitos. Alguien que diga “quiéreme sólo porque yo lo necesito” busca un valor espiritual no merecido -de la misma forma que un ladrón busca riqueza no merecida. Para citar una famosa línea de El Manantial: “Para decir ‘Yo te amo’, uno debe primero aprender a decir el ‘Yo’”.

El Día de San Valentín, con sus coloridas tarjetas, deliciosos chocolates y lencería de seda, da forma material a este valor espiritual. Es un momento para que hagas una pausa, ignores las trivialidades de la vida, y celebres el placer interesado de ser digno del amor de alguien y de haber encontrado a alguien digno del tuyo.

Traducido por Juan Fernando Carpio. Copyright © 2003 Ayn Rand® Institute (ARI). Todos los derechos reservados.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Porque me siento muy diferente a otr@s

Para mí el amor es tan distinto de lo que parece ser para otros... que me siento muy reflejada con ésto.

No quiero entrar en el debate amor de hombres y amor de mujeres, porque mercenarios del amor hay en ambos bandos.
Ante el futuro día de los enamorados, dejo esta reflexión, de una de las de "nosotros"


Ustedes cuando aman exigen bienestar
una cama de cedro y un colchón especial
nosotros cuando amamos es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual
ustedes cuando aman calculan interés
y cuando se desaman calculan otra vez
nosotros cuando amamos es como renacer
y si nos desamamos no la pasamos bien
ustedes cuando aman son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso como tener salud

ustedes cuando aman consultan el reloj
porque el tiempo que pierden vale medio millón
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor gozamos
y nos sale barata la función

ustedes cuando aman al analista van
él es quien dictamina si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos sin tanta cortedad
el subconsciente piola se pone a disfrutar
ustedes cuando aman exigen bienestar
una cama de cedro y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.

Martio Benedetti

lunes, 9 de febrero de 2009

Hoy es uno de esos días

Hoy es uno de esos días que te gustaría que pasara rapidamente. No por ser lunes y porque esté el cielo así de gris, que también, sino porque desde que me levanté ya presentía que no iabb a ser mi día.

Me he levantado con un dolor de espalda agudo y tremendo contra el cual las pastis no han hehco nada.

Una va reptando hasta la cocina, y allí está lista para tomarse el café que misteriosamente son posos, porque mi padre ha tenido la buena idea de tomarse lo que iba a ser mi taza y no hacer café nuevo. Pero voluntariosamente me ha hecho y muy hecha una tostada: resultado café asqueroso y tostada quemada, o lo que es lo mismo, día asqueroso 1 Raquel 0.

Luego me he metido en la ducha pensando bueno un momentode tranquilidad, pues no.. he tendo que esperar al agua caliente, y cuando por fin me he enjabonado la cabeza... biennnn no hay gel... me toca salir y coger otro bote, y cuando estoy dentro me doy cuenta de que mi esponja no está, mi madre ha decidido tirarla sin decirme nada, además cortes de agua fría porque mi madre andaba con los grifos muy simpática ella.
Vida 2 raquel sigue a cero.

Me arrastro al curro con más frío que nada, para que me digan que en una horay media hay una reunion de las secretas, donde no puede haber personal delante, así que fuera de la ofi a hacer el gamba por ahí. Vida 3 raquel ya ni se molesta en mirar el marcador.

Vuelvo a casa, me pongo la manta eléctrica calentita en la espalda.. y ese ha sidoel mejor rato del día hasta el momento. He bajado a comer.. y al subir... la manta ha decidido morirse, y no enciende Claro qué mejor día para dejar de funcionar que el día qué más la necesito?? será una huelga de celo como los pilotos de iberia?? :___(

Raquel siente que le están tomando el pelo y que seguro q es la victima de una malévola cámara oculta.

Creo que me voy a atiborrar de lo que sea y a meterme en la cama deseando que mañana sea otro día.

viernes, 6 de febrero de 2009

Usa las gafas adecuadas

Ayer tuve mis nuevas gafas listas para usar, y cuando me las puse, era como si el mundo fuera totalmente nuevo para mí, descubría la gran cantidad de cosas que em había estdo perdiendo, pero me di cuenta de que al verlo todo todo todo, también ves la fealdad en cosas que te parecen bellas si no reparas mucho en los detalles.

Darme cuenta fue la metáfora de algo de lo que me doy cuenta de la sociedad actual. No sabemos perdonar, no sabemos obviar la realidad que nos duele y no sabemos cargar con la culpa.

El que tiene la culpa rara vez pide perdón sinceramente, lo normal es que alegue cualquier excusa, o culpe a su vez a otra persona o a las circunstancias. Además, no basta con decir fue culpa mía, creo que hay que dar un paso más y pedir perdón por el daño causado. Todos somos humanos cometemos errores, pero no podemos excusarnos en ello. Hacemos daño y nos lo hacen, y debemos evitar hacerlo porque hacer daño nunca trajo nada bueno consigo si acaso un engañoso bienestar muy vacío. Pedir perdón es una forma de decir, lo siento el dolor que te he causado no lo merecías.
Pero nosotros; si hemos sido causantes del daño, deberíamos ayudar a recomponer lo destruidos, a ayudar aportando algo positivo a lo negativo que hemos hecho.

Sé que esto es demasiado laborioso, y costoso como para que la gente lo lleve a cabo, pero hay una forma sencilla de que fuera más simple. Vencer el miedo a la vergüenza demostrando que los demás son compasivos.
Hay que ser compasivo y entender a la persona que comete un error, entender sus motivaciones y sus miedos e incluso sus circunstancias sin que por ello se sea blando o idiota.

Hay que ser equilibrado y no aprovecharse de la dignidad del que es inocente de algo, porque todos hacemos cosas malas hayamos querido o pertendido hacer mal o no.

Por eso hay que ver las cosas con las gafas adecuadas, esto es, desde el prisma correcto que corrija la visión que tenemos. Unas gafas de lejos, pra ver más pequeños los errores que la gente que nos quiere comete, y unas gafas de cerca para mirarnos a nosotros mismos y nuestras actuaciones y analizar si nos comportamos siempre como quisiéramos o deberíamos.